Capitulo 6: X

El resto del domingo fue muy largo, no quise salir de la habitación en todo el día, seguía muy molesto con mi hermano, por un lado me preocupaba Yuu, parecía haberse encerrado en la habitación al igual que yo, seguramente no había comido nada, y cuando mencione lo de Takashima-san, pareció no tomarlo bien.



Enojado aun y casi arrastrando los pies camine hasta su puerta, respire hondo y después toque dos veces, me permití pasar a la habitación, pues Yuu no contestó. Me sorprendió verlo abrazando sus piernas sentado sobre la cama, recargando la cabeza en sus rodillas, levantó el rostro, él había estado llorando –Onii-chan…- le llamé– lamento no ser un buen ejemplo bubu-chan- sonrió en un gesto lleno de desesperanza – tu jamás serás un mal ejemplo- me aproxime hasta la cama y me senté en el borde, le di vueltas a la situación una y otra vez en mi cabeza hasta que me envalentone para hablar – no tuvimos sexo

– sentí mis mejillas arder – pero debo admitir que… deseaba que me tocara – Yuu no decía nada, solo me escuchaba, yo me moría de la vergüenza pero quería dejar las cosas en claro – Kazuki.. me gusta… sin embargo, las cosas que haga, o los errores que cometa en un futuro, ninguno de ellos será culpa tuya hermano, tu lo has hecho todo bien, estoy orgulloso de ti, por lo mismo, tampoco pienso hacer nada de lo que puedas avergonzarte- Yuu sonrió mas sinceramente y una lagrima rodó por su mejilla 

– ¿cuando te hiciste tan maduro Manabu?- ahora era su turno de hablar, tenia que preguntarle sobre aquello que generaba mis dudas – disculpa si te ofendí mencionando lo de Takashima-san- al solo pronunciar su nombre el volvió a ocultar el rostro, pero continúe – No sabia que tu y él eran…- el me tomó la mano como si fuese a perderme – por favor no preguntes, no supongas, no digas nada 

– su voz se partía entre los sollozos –él… fue mi novio, y aunque ahora no lo sea, jamás será parte de mi pasado, tampoco somos amigos, él siempre será algo mas que eso… y si me quieres hermano, por favor no preguntes mas, por que no lo soportaré - en un impulso lo abrace con fuerza, nunca lo había visto tan devastado. ¿Por que si Takashima parecía corresponderle el estaba sufriendo tanto? Yuu se quedo dormido entre mis brazos, lo ayude a recostarse, parecía tan sereno mientras dormía, me sentía impotente al no poder hacer nada para aliviar ese sufrimiento de causas desconocidas.



- ¿¡TE ACOSTASTE CON EL!?- Grito Jin clavándome la mirada, había llegado en la tarde como todos los domingos a nuestra casi ceremonial reunión para ver películas – ¡NO DE LA MANERA QUE ESTAS PENSANDO PUERCOOOO!- le recalque mientras le arrebataba el tazón de palomitas de maíz – Solo dormimos Juntos, fue algo… tierno- Jin volvió a arrebatarme el tazón – ¡TIERNO! ¡No puedo creer que tu Manabu “Forever Alone” Shiroyama este diciendo esto!- yo le mire molesto – nunca me había gustado alguien de esta manera- Jin me devolvió la mirada pero con un aire malicioso 

– ¿Entonces aceptas que te gusta?- le arrebaté el tazón de nueva cuenta y me metí un puño de palomas en la boca – TE GUSTA, TE GUSTA, TE GUSTA EL MANIQUI DE DOS METROS- le di un coscorrón - ¿qué edad tienes? ¿cinco años?- Jin me saco la lengua – Soy mayor que tu- fanfarroneo – me alegra saber que no eres de piedra – dijo y después soltó una carcajada a la que solo pude responder con otro coscorrón – ¿Y que tal besa?- me voltee a ver la televisión – ¡No lo se! Nunca bese a otra persona antes, supongo que lo hace bien- la película no me interesaba en lo absoluto, puesto que estaba muy ocupado reviviendo la memoria de sus besos, realmente me gustaba su manera de besarme, parecía especial- Jin, tu ya lo hiciste verdad?- pregunte dudoso – ¿Eso?- por que fingía no entender 

– si, eso…- el rostro del enano se volvió risueño y alegre – hace tanto tiempo de eso- afirmó, yo quería preguntarle mas, pero no deseaba parecer demasiado interesado, aun así pregunté – ¿fue con una chica, verdad? – era lo normal al final de cuentas, el rarito aquí era yo – Si - Jin siguió comiendo palomitas sin prestarme mucha atención– ¿esto que yo siento por Kazuki, esa atracción abrazadora, no esta mal cierto? – Jin se giro rápidamente a verme y puso una mano sobre mi hombro 

– Claro que no esta mal, sentir atracción o sentir amor por alguien de tu mismo sexo jamás será algo malo- su mirada y su voz se mostraron firmes – Incluso yo tuve un ex novio antes – eso me tomó de sorpresa, Jin suele contarme todo lo que pasa en su vida – ¿por que no me lo contaste?- se sonrió – No duramos ni dos días, fue algo absurdo, él solo estaba “curioso”, fue algo muy decepcionante, él de verdad me gustaba

 – mi amigo se expresaba siempre de un modo que me hacia sentirme cómodo y relajado, escuchar sus anécdotas por malas que fueran, siempre lograba tranquilizar mis nervios e inquietudes - ¿Entonces te decidiste por salir con chicas?- mi pregunta le causo algo de gracia – No se trata de “elegir lo uno o lo otro” sino de encontrar la persona correcta a la cual entregarle tu cien porciento – escuchar esa frase me había hecho llegar a la conclusión de que si en estos diecisiete años yo no me había fijado en alguien, era probablemente por ese motivo, nadie me hacia querer dar el cien por ciento, algunas chicas y chicos habían mostrado interés en mi, pero me parecían sentimientos tan vacíos que jamás hice algo distinto a dar las gracias. Ahora que Jin me explicaba con manzanitas lo que uno debería sentir, muchas cosas comenzaban a tener sentido – recuérdalo Manabu, somos almas, no cuerpos- con su afirmación la calma, la ilusión y la alegría reino en la habitación, así continuó la tarde, entre risas y películas.



Esa noche Kazuki no vino a visitarme, pero el lunes cuando caminaba por la acera rumbo al instituto sus brazos envolvieron mi cuerpo en una muestra de afecto –¡Buenos Días!- se veía fresco y animoso, despedía un aroma delicioso, yo le respondí de la misma manera -¡Buenos días!- me sentía muy feliz de volver a verle, Kazuki soltó el abrazo y continuamos caminando

 – Ayer tenía tarea de algebra, me dolía la cabeza a muerte, me quede dormido en el escritorio hasta las tres de la mañana- eso explicaba el que no hubiera dado señas de vida – me moría de ganas de verte, iba pasar a tu habitación, pero SHIROYAMA-SAMA se encontraba tocando la guitarra en el jardín, ni como acercarme a tu ventana sin ser detectado- el énfasis que hacia al referirse a Yuu me causaba mucha gracia – Tu hermano es incluso mas efectivo que los anticonceptivos - rodé los ojos molesto – deja de decir esas cosas, me haces sentir como una chica – el me revolvió el cabello – no te compares, eres mas hermoso que cualquier chica del instituto - ¿hermoso? No era un termino varonil en absoluto, aunque mis mejillas dieron señas de vida al encenderse por su comentario.



Al llegar al instituto nos despedimos, se disculpó por no poder acompañarme de regreso puesto que ese día tenía entrenamiento con el equipo de tenis. Yo por primera vez en días había llegado temprano, en el salón Jin estaba durmiendo en su asiento – ¡Buenos días!- Jin no contestó 

–¿Jin-chan?- patee su banco en espera de una reacción, el se enderezó bruscamente, y tenia baba escurriendo de la comisura de sus labios – ¿Mala noche?- a lo que el respondió asintiendo mientras se le iba la voz en un bostezo – me olvide de la tarea, así que me desvele haciéndola - ¿qué yo era el único que hacia las tareas el mismo día que las encargaban? – ya veo - él me miro curioso –¿y tu? Que tal “durmieron” ayer jujuju- su risa me pareció macabra, era un verdadero mal pensado – no dormimos – Jin salto del banco –¡¿LO HICIERON TODA LA NOCHE?!- un buen golpe en la cabeza y un grito 

– ¡MALDITO ENFERMO!- nuestros compañeros nos miraban incluso mas repulsivamente que veces anteriores, yo sonreí vergonzosamente y arrastré a Jin salón afuera – No durmió conmigo, se quedo en casa haciendo tareas – el enano aun se sobaba la cabeza – pegas duro “huesos”- solo pude sonreírme ante el apodo – entonces por que se te ve tan sonriente – recordé el abrazo de la mañana y hasta las piernas me temblaron – vinimos caminando juntos – Jin hiso una cara de fingida ternura – ¡aow ternuritas! - a lo que respondí con otro zape – ¿Peleando tan temprano Shiroyama? – tras de nosotros se encontraba Tanaka-sensei – entren al salón gusanos, es hora de comenzar – Mi amigo y yo entramos arrastrando los pies hasta nuestros respectivos bancos, que comience la tortura.



El “descanso” en el salón de detención era un asco, si no fuera por que en el repentino examen sorpresa de algebra el profesor Tanaka sorprendió a Jin copiándose de mi examen, probablemente el día hubiera sido mas interesante, podría haber compartido el almuerzo con Kazuki, o al menos no tendría que haber pasado la vergüenza de que me viera por la ventana de esta maldita sala de castigo, seguro pesará que soy muy problemático. Sentí un poco de celos al ver desde la ventana que da al jardín, como las chicas lo rodeaban con sus obentos, el agradecía amablemente y sonreía, pero no tomaba ninguno, eso me hacia sentir un poco mejor.



El resto de las clases fueron igual de tediosas que las primeras, cuando las clases terminaron Jin y yo sentíamos que el alma huía de nuestros cuerpos – voy a tener que asistir a clases de verano ¿puedes creerlo?- el enano echaba humo por las orejas, se había matado estudiando para los exámenes pasados, pero con su repentina gripe, el medicamento lo había tenido tan ausente que no aprobó ninguno de ellos, y con el que acababa de reprobar, eso solo podía terminar en “clases extra” - ¿Nos vamos?- pregunto Jin mientras yo me ponía los zapatos – Yo..- mientras pasábamos el rato en detención había decidido quedarme a esperar a Kazuki después de su entrenamiento, pero no quería desairar a mi mejor amigo 

– ¿Volverás con él?- una parte de mi decía que yo estaba siendo injusto con Jin, hace años que lo conozco y yo estaba siendo un poco aniñado al querer esperar a Kazuki – No hay problema Manabu- dijo riéndose – se que deseas volver a casa con el maniquí, nos vemos mañana – yo hice una reverencia – lo siento Jin-chan- el me devolvió uno de los tanto zapes que suelo darle – no tienes por que disculparte tonto - ambos nos reímos como idiotas – hasta mañana - Jin se marcho, yo camine hasta afuera de la escuela, salí por el pórtico y me recargue en el muro, esta ves yo le sorprendería a el.



Mientras mataba el tiempo saque mi celular y me puse a jugar SnakeII, era un juego tonto pero entretenido, cuando me aburrí comencé a pensar en que películas podría ver este fin de semana con Jin-chan, tenia que agradecerle no solo por darme ánimos para jugármela con Kazuki, sino también por que era un excelente amigo. habían pasado ya los cuarenta minutos correspondientes al entrenamiento, apenas y los había sentido, lograba perderme en ese lejano mundo interior sin mucho esfuerzo, seguro Kazuki estaba por salir de las duchas y no tardaría en venir.

 Mire hacia la cuadra de enfrente, la arboleda de cerezos que dividía la escuela de los complejos habitacionales estaba en flor, el aire hacia volar algunos de los rosados pétalos, que junto con el sol que comenzaba a ponerse formaban un cuadro precioso. seguía vagando en ilusiones cuando el sonido de un auto me interrumpió, el lujoso vehículo de importación se detuvo a unos cinco metros de la entrada, la puerta del mismo se elevo, una figura delgada y con aires de grandeza salió de el, la puerta bajo automáticamente cuando el chico apuntó con el mando, aquella figura glamurosa camino a paso tranquilo, como seduciendo al viento, hasta pararse frente a la puerta del instituto, el chico de cabellos claros como la miel retiro de su rostro aquellos lentes que cubrían sus expresiones para dirigirme la mirada, por alguna extraña razón me hiso sentir intimidado, su presencia era fuerte, aquella chaqueta de cuero negro y esos pantalones ajustados lo hacían parecer salido de alguna película 

– Disculpa…- me arribó – ¿No sabes si habrá terminado ya el entrenamiento del equipo de tenis?- su perfume se había colado hasta mis pulmones dando fé y legalidad que él era una de esas personas que no pueden pasar desapercibidas – No deben de tardar – me pregunté si él era hermano de alguno de mis compañeros, nunca había visto a alguien con ese porte y elegancia por estos rumbos

 – Gracias – él se volvió para mirar hacia el interior del instituto, mientras que yo aun embabucado por su estilo y presencia lo escaneaba de arriba abajo. Sentí algo de envidia, yo podría vestirme de la misma forma que él pero los resultados serian seguramente desastrosos – ¡KAZUKI! – grito él chico sonriendo a lo que una voz familiar respondió –¡BYOU-KUN! – Kazuki salió corriendo y se le lanzó en brazos lleno de alegría, el tiempo parecía haberse detenido en mi cabeza solo para poder presenciar con doloroso lujo de detalles como mi cobrizo dejo resbalar sus brazos hasta las caderas del castaño mientras que este ultimo paso las manos hasta su nuca y comenzó a besarlo en los labios.