Capitulo 4: Duele?

-¿Aun te duele?- pregunto en un tono preocupado, yo en realidad estaba muy lejos de sentir dolor, me encontraba recostado con el sobre su cama, mirando las calcomanías fluorescentes que el había pegado en el techo – No – intente hablar lo menos posible, no quería romper este momento con nada del mundo, no se como le había permitido besarme así, por que ese no había sido cualquier beso, fue el primer beso de mi vida, además volvía a mi mente eso de que éramos varones, no me atrevía a preguntarle a que se debía todo esto, el era gay? O mas bien, Yo soy gay por haber correspondido ese beso?

 El piercing en mi labio había dejado un entumecimiento y una molestia mínima – Manabu, me gustan tus labios- yo gire el rostro en sentido contrario por la pena – ¡No digas eso!- susurre, no quería que su hermana fuera a escucharnos – ¿Yo no te gusto?- no pude contestarle, aun nada estaba claro en mi cabeza – ¿es por que somos chicos?- yo negué con la cabeza, Kazuki dejo de hacer preguntas y comenzó a acariciarme la cabeza– también me gusta tu cabello - solo le rogaba al cielo que Kazuki no se diera cuenta de el ritmo anormal de mis latidos, era casi como una taquicardia recién adquirida, miré hacia el reloj que tenia sobre el escritorio, eran las 11:23 – Creo que debo volver a casa, Yuu no tardará en volver- deseaba quedarme aquí con Kazuki, pero ya había sido suficiente de soñar despierto 

– No quiero que te vayas- yo sonreí nervioso ante el comentario – ¿puedo verte mañana?- asentí inmediatamente, el respondió con un abrazo, después nos pusimos de pie y salimos de la habitación tomados de la mano, íbamos a obscuras por el pasillo, caminando de puntitas y sin hacer ruido cuando una luz repentina nos encandilo – ¿Kazuki?- dijo una voz ronca, cuando pude ver claramente me percate de que era la chica del balcón, traía puestos unos shorts deportivos y una playera que le quedaba floja, su cabello era castaño y brillante, apenas le rozaba los hombros, sus labios eran casi una invitación al ósculo mientras que sus piernas, ¡DIOS QUE PIERNAS! Eran mucho mas bonitas de cerca, sus ojos eran igual de risueños que los de Kazuki pero derrochaban elegancia y misticismo 

–¡Uru-nii!- rebobine, “Uru-nii” URU-NII?!! Este era el hermano de Kazuki!? – ¿Por que andan a obscuras por la casa? Creí que era un ladrón - Kazuki solo dejo fluir una sonrisita graciosa mientras que yo confirmaba mi sospechas, este era definitivamente un varón pues su voz estaba lejos de ser melodiosa – Ya veo, se están divirtiendo- sonrío maliciosamente (era algo de familia?) seguí su mirada hasta donde se encontraban nuestras manos entrelazadas, le solté rápidamente no sabía ni que decir, oculte la mirada en el piso, ¡Santo cielo! Como es que venia a conocer al hermano de Kazuki en esta situación 

– Uru-nii! No digas esas cosas, mira, has hecho sonrojar a Manabu-chan- Kazuki me pasó el brazo por encima de los hombros como si fuera de lo mas normal – ¿Así que tu eres Manabu-chan?- yo levante la vista para encontrarme con esa mirada profunda y centellante e hice una reverencia – Shiroyama Manabu- me presente –Soy en vecino de atrás – dije algo avergonzado, el chico me clavo la vista – Shiroyama…- dijo con una de esas miradas extrañas como las que Yuu suele poner –Tu debes ser el hermanito de Yuu- su sonrisa volvió pero no era la misma de antes – Si- afirme – Como ha estado Yuu-chan?- que era esta aura incomoda, Por que el mayor de los Takashima se ensombrecía al decir el nombre de Yuu

 – El esta bien…- no tenia idea de cómo seguir la conversación, algo estaba evidentemente mal- Me alegra escuchar eso- hiso una leve reverencia y se giró rumbó a la que supuse era su habitación, cuando estaba en el filo de la puerta se detuvo y me miro de nuevo – mándale mis saludos, fue un placer conocerte- me giño el ojo, entro a la habitación y cerro la puerta a sus espaldas.



Kazuki me acompaño hasta el madero del patio – Kazuki, tu sabes si ocurrió algún malentendido entre Yuu-chan y Takashima-san?- Kazuki parecía ausente – No tengo idea, es algo que no nos interesa- su tono de voz era diferente – seguro con el tiempo volverán a ser amigos- ¿quería decir que ya no lo eran? 

– Bueno Manabu-chan, mañana por la noche iré a visitar tu habitación, así que deja la ventana abierta- me revolvió el cabello con la mano y después me beso en la frente - espero que ese labio sane pronto, quiero repetir lo de hace rato lo mas pronto posible – de solo recordar aquel beso sentía que iba a caer desmayado ahí mismo – Gracias por el regalo, que pases buenas noches – me despedí, atravesé la barda y coloque el madero en su lugar, corrí hasta la puerta del patio y subí las escaleras de puntitas, la luz se encendió y algo comenzó a parecer un deja vu 

– MANABU SHIROYAMA! ¡¿DÓNDE CARAJOS TE HAS METIDO?! – Yuu me tomó de del brazo completamente enfurecido - ¡¿Tienes idea de cuantas veces te llame al celular? 50!! 50 veces! Llame a casa de Jin-chan, a los hospitales, incluso a la policía y tu- Yuu detuvo su letanía para mirarme con atención – Que… Que… ¿QUÉ RAYOS TIENES AHIIIIIII!- grito señalando con el índice mi recién adquirida perforación – Es solo un piercing- empezaba a cansarme de los intentos desmedidos de Yuu por protegerme incluso del aire – Quien… QUIEN FUE EL MALDITO QUE TUVO LA DICHA DE PROFANAR TU CUERPO?!!!!- el juego de palabras rápidamente creo una imagen mental de Kazuki y yo en una situación nada decente, Yuu me apretó en un abrazo casi ridículo

 – Na-na-Nadie profano nada Yuu-chan- el me miró a los ojos - ¿por qué te sonrojas Manabu?- intenté alejar esa imagen comprometedora de mi mente - por favor cálmate – me soltó fingiendo compostura –Manabu-chan – dijo con un aire autoritario – Tienes prohibido salir el día de mañana, no solo no me esperaste en casa, sino que eres declarado culpable por cometer actos de rebeldía y posibles actos en contra la decencia- Yuu a veces era tan teatral

 – Serás condenado al confinamiento por una semana – escuela- casa- escuela- específicamente y tendrás derecho a un trato digno y tres comidas diarias- Yo me quede congelado ante tal decreto – Ahora dime, ¿te duele mucho?- pregunto en un tono mas amable ¿era la misma persona de hace unos momentos? – No, en realidad solo es una pequeña molestia- el me tomó del mentón y le echó una mirada a mi piercing – al parecer es un trabajo bien hecho – mencionó – vuelve a la cama- asentí – Oayasuminasai-



Abrí los ojos, por extraño que pareciera Yuu no me había despertado, voltee hacia el reloj y eran las diez de la mañana, estire los brazos y las piernas hasta que tronaron los huesitos de mi espalda, cuando bostece sentí el ligero pinchazo en mi labio, recordé el beso de ayer, lo recordé tanto como en esa misma madrugada, me había costado trabajo poder dormir por que solo podía pensar el los labios de Kazuki.

 Me puse de pie, me parecía extraño que Yuu no estuviera haciendo Ruido así que fui a su habitación caminando con la misma gracia que un zombie, Su cama estaba en perfecto estado, como si no hubiese dormido ahí, baje la escaleras aun somnoliento, fui al desayunador y todo parecía normal, fui al recibidor y noté que sus zapatos seguían ahí –Yuu-chan- le llame, pero no contestó, camine hasta el fondo y entonces lo vi. Estaba recargado junto a la puerta del patio, tenia entre las piernas la caja vacía de los vampi-choco y los binoculares en el piso, probablemente el había madrugado de nuevo para espiar a su “amigo” ¿por qué no simplemente iba a saludarlo? Por que todo este juego del espía?



Fui a la cocina y me dispuse a preparar un omelete para los dos, saque el envase del jugo, lo serví en dos vasos, a los pocos minutos Yuu estaba junto a la puerta – Eso huele delicioso- dijo mientras metía la mano a la sartén – espera a que te sirva, no piques la comida- el sonrío y se sentó con las piernas cruzadas, yo serví su plato y el mío, después tomé lugar frente a mi hermano. A la primera cucharada Yuu estaba extasiado por al comida –Manabu, serás una excelente esposa- yo le di una patada por debajo de la mesa – un hombre de tu edad debería poder cocinar su propia comida – el me hiso una mueca infantil y siguió comiendo

 – Takashima-san te mando saludos - la cuchara resbaló de sus dedos y me miro con seriedad – Fuiste a casa de los Takashima? Ahí era donde te habías metido anoche?- Yo maldije mentalmente, como fui tan tonto para decirle eso, el ni si quera lo sospechaba – yo…- era tan malo dando escusas

 – Hablaste con el?- de nada serviría negarlo a estas alturas – Solo me presenté, cuando supo que era tu hermano pregunto por ti y me pidió que te enviara sus saludos- Yuu se veía algo ansioso – Pregunto por mi?- estaba sorprendido por algún motivo – Si, por cierto, ¿por qué no me dijiste que Takashima-san era un chico?- Yuu se sonrojo y se río por lo bajo – Cuando conocí a Shima yo pensé lo mismo que tu - ¿Shima? Incluso tenia un apodo para llamarlo – como conociste a Takashima-san?- la expresión en su rostro se volvió sublime – Lo conocí en una fiesta de disfraces – lo miré en espera de algo mas 

– El iba vestido de Vampiro, se veía espectacular…- su comentario estaba fuera de lugar, Takashima-san era su amigo o su… no, ni pensarlo, Yuu es un mujeriego, bueno, eso decían en el Instituto, a menos que…- Onii-chan, a ti te gustaba Takashima-san- Yuu cambió completamente su expresión ilusionada por una sombría – No vuelvas a decir algo como eso Manabu- se puso de pie – y no quiero que vuelvas a pararte por casa de los Takashima, entendiste?- dejó el plato casi completo y escuche sus pasos a lo largo del pasillo, por las escaleras hasta que sonó la puerta de su habitación.



Que Yuu dejara el almuerzo ya era lo suficientemente extraño, a que venia toda esa actitud, tantos secretos, que cosa había sucedido entre ellos dos? Por que Yuu lo espía por esa puerta desde que sabe que el esta de vuelta? Por que no vuelven a ser amigos como antes? Por que su nombre lo lleva de la gloria al infierno en segundos. Con todas esas preguntas termine mi almuerzo este iba ser un largo día.



Me dispuse a hacer el aseo en la casa, quehaceres domésticos, todos ellos odiados por mi hermano, lave la ropa, los platos y demás, cuando había terminado recordé esa caja de vampi-choco frente a la puerta del patio. fui a levantarla del suelo, cuando note por la rendija de la puerta que algo se veía a la distancia, mis ojos no podían creer lo que veían, era una broma? 

Aquella criatura tocada por dios, aquel ser que hacia ver gordo al David, ese maniquí de dos metros en boxers era Kazuki? En un impulso insano tomé los binoculares que aun estaban en el suelo y enfoque, efectivamente, mi corazón se acelero mientras recorría su pecho con la mirada. Al parecer estaba extendiendo la ropa en el borde del balcón, incluso haciendo algo tan normal, tan mundano, el se veía esplendido - ¿qué se supone que estas haciendo?-la voz de Yuu me hiso dar un salto 

– NADA 0//0 - me miro con incredulidad -¿nada?¬_¬- Yuu abrió la puerta de par en par, por el Ruido Kazuki volteo en nuestra dirección – ¡BUENOS DIAS MANABU-CHAN!- me quede congelado, estático, Kazuki meneaba el brazo en modo de saludo, Yuu me dio un codazo – si piensas quedarte así todo el día voy a usarte de perchero- tras su irónico comentario volví en mi, le devolví en saludo con una pequeña inclinación de cabeza, cerré la puerta y corrí hasta mi habitación en pánico total, Yo traía puesta mi pijama del Mickey mouse, y al ser domingo, pensaba permanecer así el resto del día, por un momento olvide que kazuki tenia vista panorámica a nuestro patio, y Yuu se había encargado de que también tuviera una vista panorámica de mi pijama.



Ya estando en mi habitación recordé lo que Kazuki había dicho “iré a visitar tu habitación” observe el lugar con detenimiento, mi cuarto era tan patético a comparación del de Kazuki, mi televisión era de esas antiguas que pesar una tonelada y que tienen pantalla de burbuja, mi escritorio estaba tan lleno de libros como el librero mismo, en el piso estaba la mancha de cuando dejé sin tapa el marcador azul y esta había absorbido la tinta por completo, los posters ya se veían amarillentos y mi cubre cama era de un azul algo deslavado, y no es que no tuviera dinero para cambiar el estilo anticuado de mi cuarto, es que mas bien, nunca pensé que alguien aparte de Jin y mi hermano pudiera entrar a este lugar. Sacudí con esmero cada cosa que encontré a mi paso, recogí incluso aquel montoncito de basura que había ocultado bajo la cama y también acomode un poco las cosas del escritorio. 

Las paredes de color gris le daban un aire muy nostálgico al lugar, me brindaba calma, ahora que lo pensaba mejor, si no había cambiado nada en este lugar era por que DEFINITIVAMENTE era mi lugar favorito en toda la casa, era como mi refugio, en lugar de pensar en lo genial de la habitación de Kazuki y lo simple que era la mía, preferí pensar que podría mostrarle a ciencia cierta lo que soy en realidad.



Después de tanto ajetreo y de darme un baño pasé el resto de la tarde leyendo un libro de Edgar Allan Poe hasta que el sueño me venció, el aroma de esa vela de vainilla en el escritorio me había relajado mucho mas de lo que esperaba, de pronto escuche un ruido, abrí los ojos con pesadez, divise borrosamente su figura en el filo de la ventana, me enderece algo apenado, kazuki estaba ahí ojeando el libro que esta tarde estaba leyendo –Hasta que despiertas bella durmiente 

– yo me pase las manos por el cabello ¿qué aspecto tenia en este momento? – Hace mucho que llegaste?- negó con la cabeza - hazme un lugar ahí, hoy pasaré la noche contigo- en un momento de debilidad recordé lo que había visto esta tarde , el se sacó los botines – te importa si me pongo cómodo- pregunto - adelante – conteste, para mi sorpresa se sacó la playera seguido de los jeans dejándolos en el piso, quedándose solamente en boxers, yo me recorrí hasta el extremo de la cama que da a la pared, el se coló entre las sabanas y recargó la cabeza en mi hombro

 – Esta mañana Uru-nii desompuso la secadora, fue un verdadero problema, es un poco terco, intento arreglarla el solo pero solo terminó dejándola peor, tuvimos que llamar al fontanero- Eso explicaba que estuviera semidesnudo tendiendo la ropa en el balcón – Tuviste una tarde interesante?- vaya que había sido interesante – Fue un buen día – le sonreí – Me gusta tu habitación, es como tu, interesante, cómoda, y huele delicioso- de pronto se puso en cuarto sobre mi, yo estaba nervioso pero no podía desprender la mirada de sus ojos – ¿por que estas tan silencioso? - el puso su frente contra la mía –por que tu me haces pensar demasiado- respiro el aroma se mi cuello y la piel se me erizó

 – Me gusta que pienses en mi- si supiera que ocupa casi todos mis pensamientos – Esto es un poco desesperante - dijo cerrando los ojos y volviendo a acomodarse a mi costado – ¿Que cosa?- le pregunte confundido – el no poder besarte, fui un tonto al perforarte tan pronto- yo no pude evitarlo, me gire a mirarlo, el hiso lo mismo, yo me acerque hasta que nuestros labios se rosaron, permanecí en esa posición por unos segundos y luego me recargué en el – tu… tu también me gustas- cuando dije esas palabras me sentí tonto y liberado – creí que nunca lo dirías – esto se sentía como flotar

 – no quería ser precipitado – Kazuki hiso un puchero ridículo – Yo no suelo ser tan paciente - hacia unas caras realmente graciosas – pero por ti puedo hacer una excepción- de pronto su mano se coló por debajo de mi playera, sus manos estaban cálidas y suaves, empezó a acariciar mi torso con delicadeza, a los pocos minutos esto comenzó a convertirse en algo demasiado personal, su mano fue bajando hasta ponerla justo sobre ese sagrado lugar, inconscientemente me mordí el labio y solté un quejido

 – OUCH!- Kazuki me miró espantado –Te lastimaste?!- pregunto preocupado mientras yo me cubría el labio – Estoy bien, solo me mordí - maldición, vaya que soy un bruto para romper con el ambiente. Era la situación mas excitante que había pasado en mi vida y yo la había arruinado con una estupidez. Kazuki me reviso el labio – parece que solo lo moviste bruscamente, prometo no inquietarte mas- yo no era bueno propiciando situaciones “sensuales” así que comenzamos a platicar sobre nuestra infancia, el me conto mucho sobre la vida en el extranjero, sus costumbres y los distintos tipos de comida. Platicamos hasta quedarnos dormidos.


Una misteriosa melodía me hiso despertar de mi letargo, kazuki dormía como un ángel a mi costado, con las piernas extendidas, boca abajo, parecía que el sonido no le molestaba, al parecer el sonido venia del patio, como pude me puse de pie y camine hasta la ventana. Con dificultad reconocí la silueta se Yuu, tenía la guitarra consigo, estaba recargado en la barda, casi en la esquina del lado izquierdo, en ese momento uno de los maderos se movió para dar paso al que reconocí como el hermano de Kazuki, Yuu dejó la Guitarra en el piso y el Takashima-san se acerco lentamente a mi hermano, Yuu acorto mas la distancia y lo beso.