De momento no venia ninguna clase de recuerdo sobre el o su nombre, y entre mas lo veo, estoy seguro de que si me lo hubiera topado alguna vez en el futuro difícilmente abría podido olvidarle – Estoy en el grupo c – dijo sonriente – Ya veo, tal vez por eso no te había visto antes- me excusé tontamente – vuelve a tu clase, Tanaka-sensei no volverá a molestarte- le mire incrédulo
– en realidad prefiero estar afuera que en su clase- el volvió a soltar esa risilla celestial mientras yo le observaba como quien observa un animal en el zoológico, no por que fuera extraño y “exótico”, mas bien por que no podía tocarlo y a la vez era digno de admiración – En eso tienes razón, Tanaka es un pésimo profesor, por que no mejor me acompañas a dar una vuelta por el jardín, quiero corroborar algo- su mirada se volvió misteriosa, así que acepte su invitación, la verdad aunque quisiera no habría podido negarme.
-¿Así que Manabu-chan vives cerca de aquí?- yo asentí – a unas 5 cuadras, suelo venir a pie- el me ponía tanta atención que comenzaba a sentirme nervioso – ¿Por que rumbo vives tu?- me atreví a preguntar, era tan extraño platicar con alguien que no fuera Jin – también vivo a unas cuantas cuadras de aquí, hacia el norte- no sabia que mas decirle, con jin no solía hacer esta clase de preguntas formales – ¿y que es aquello que querías corroborar?- el sonrió ante la pregunta – Quería saber si podías ser incluso mas encantador de lo que me pareciste la primera vez que te vi- pude sentir como mis mejillas prendían fuego – Tengo que volver a clases, espérame a la salida, te acompañaré a casa-se fue corriendo como una gacela, grácil, bello, sonriente, y me dejo aquí, comparándolo nuevamente con animal a causa de que sus palabras habían terminado de atrofiarme el cerebro.
-Creí que solo ponías esa cara de gamberro cuando veías porno o a tu hermano tocar la guitarra- en ese momento abandone el mundo de las gacelas sonrientes cobrizas para volver a la realidad, Jin me miraba con una cara pecaminosa – ¿Te has enamorado del maniquí ese?- le miré molesto – No es un maniquí ¡Es gacela! Digo, Es Kazuki- me sentía como un completo idiota – Además es un varón- dije sintiéndome un poquito mal – “KAZUKI” sin formalidades! Ya hasta se llaman por el nombre ¿que tanto hicieron en mi ausencia que ya se tienen tanta confianza?- de inmediato le metí un coscorrón- No hicimos nada, solo paseamos por el jardín- Jin me miro maliciosamente -“Paseamos por el jardín” ¿no puedes sonar menos afeminado?- le jale de una oreja – afeminado nunca- jin manoteaba arrepentido – ok, ok, eres todo un machito, pero suéltame- Jin era un gran amigo, pero cuando se trataba de echar barullo el era el primero en la fila- Ya hablando en serio Manabu, te gusta ese chico?- yo mire a Jin por unos minutos sin poder decir nada claro – el que calla otorga – dijo el caparrín – No! No lo se! Acabo de darme cuenta de que existía alguien así en la escuela, ni siquiera lo he asimilado- para ser sincero, en verdad me agradaba esa persona.
Jin y yo volvimos al salón, Tooru estaba sentado en mi banco, cuando me vio parado a su lado me hiso una cara de pocos amigos – Así que tu eres la sabandija que lleva la sangre del Shiroyama- dijo con una sonrisa desagradable – Manabu Shiroyama, para ti, y mas te vale que te dejes de esas estúpidas bromas Nishimura- las piernas me temblaban, su reputación era como la de el Hitler japonés, pero yo ya estaba harto de todas esas bromas. El soltó una carcajada descomunal – ¡Asi que la perra ladra!- cuando estaba por irme encima de el, dos de sus amigos se pusieron a mis costados – Manabu-chan, no se de que rayos estas hablando, pero tu me caes muy bien – Kyo, como solían llamarle, se puso de pie y me paso el brazo por encima de los hombros con algo de dificultad, pues aunque tuviera un ego y una presencia de todos los diablos, el tipo era bastante chaparro- Ten esto lombriz albina de agua puerca, dile al bastardo de Shiroyama que siempre será un gusto escuchar su música- puso un cd sobre mi mano, me revolvió el cabello y salió del salón carcajeándose alegremente con sus secuaces.
Cuando salimos de clases, mientras estábamos en el área de casilleros cambiando nuestros zapatos aun me sentía molesto -Jin, puedes creerlo, Alguien que no es Tooru Nishimura ha estado gastándome esas bromas- estaba que reventaba de coraje, Al parecer Nishimura tenia alguna clase de relación con mi hermano, por que yuu no le presta sus Cds a cualquiera, incluso a mi que soy el objeto de su aprecio me los ha negado, seguro que el mentado Kyo era alguien realmente importante o Yuu le tenia miedo – No imagino quien rayos puede odiarte por el simple hecho de respirar, solo me diriges la palabra a mi- dijo Jin – bueno, a mi y a ese maniquí de dos metros- Yo le di otro golpe – Kazuki, y no es un maniquí- Jin se sobó la cabeza – pero si mide dos metros- yo traje su imagen a mi memoria – no es tan alto, es solo que tu eres un gnomo de jardín- cuando dije jardín lo recordé, Kazuki había quedado de acompañarme a casa, me puse los zapatos rápidamente y tomé mi mochila – Jin, me adelantaré, te llamo mas tarde- Jin dijo algo, pero yo ya estaba lo suficientemente lejos como para escucharlo.
Cuando salí pude verlo parado en el pórtico, me hiso un ademan de amor y paz en forma de saludo, yo voltee en todas direcciones, y efectivamente, el hermoso maniquí-gacela de dos metros estaba saludándome a mi, me reprendí mentalmente por usar ese apodo tan estúpido para referirme a el y me encamine en su dirección – Hola de nuevo- dijo sonriente – Hola- mi voz sonó tan patética como la de una colegiala enamorada –maldición- el acerco el rostro –¿dijiste algo?- al verlo tan cerca di dos pasos atrás- nada en realidad- estaba actuando como un completo pelele
-¿Así que Manabu-chan vives cerca de aquí?- yo asentí – a unas 5 cuadras, suelo venir a pie- el me ponía tanta atención que comenzaba a sentirme nervioso – ¿Por que rumbo vives tu?- me atreví a preguntar, era tan extraño platicar con alguien que no fuera Jin – también vivo a unas cuantas cuadras de aquí, hacia el norte- no sabia que mas decirle, con jin no solía hacer esta clase de preguntas formales – ¿y que es aquello que querías corroborar?- el sonrió ante la pregunta – Quería saber si podías ser incluso mas encantador de lo que me pareciste la primera vez que te vi- pude sentir como mis mejillas prendían fuego – Tengo que volver a clases, espérame a la salida, te acompañaré a casa-se fue corriendo como una gacela, grácil, bello, sonriente, y me dejo aquí, comparándolo nuevamente con animal a causa de que sus palabras habían terminado de atrofiarme el cerebro.
-Creí que solo ponías esa cara de gamberro cuando veías porno o a tu hermano tocar la guitarra- en ese momento abandone el mundo de las gacelas sonrientes cobrizas para volver a la realidad, Jin me miraba con una cara pecaminosa – ¿Te has enamorado del maniquí ese?- le miré molesto – No es un maniquí ¡Es gacela! Digo, Es Kazuki- me sentía como un completo idiota – Además es un varón- dije sintiéndome un poquito mal – “KAZUKI” sin formalidades! Ya hasta se llaman por el nombre ¿que tanto hicieron en mi ausencia que ya se tienen tanta confianza?- de inmediato le metí un coscorrón- No hicimos nada, solo paseamos por el jardín- Jin me miro maliciosamente -“Paseamos por el jardín” ¿no puedes sonar menos afeminado?- le jale de una oreja – afeminado nunca- jin manoteaba arrepentido – ok, ok, eres todo un machito, pero suéltame- Jin era un gran amigo, pero cuando se trataba de echar barullo el era el primero en la fila- Ya hablando en serio Manabu, te gusta ese chico?- yo mire a Jin por unos minutos sin poder decir nada claro – el que calla otorga – dijo el caparrín – No! No lo se! Acabo de darme cuenta de que existía alguien así en la escuela, ni siquiera lo he asimilado- para ser sincero, en verdad me agradaba esa persona.
Jin y yo volvimos al salón, Tooru estaba sentado en mi banco, cuando me vio parado a su lado me hiso una cara de pocos amigos – Así que tu eres la sabandija que lleva la sangre del Shiroyama- dijo con una sonrisa desagradable – Manabu Shiroyama, para ti, y mas te vale que te dejes de esas estúpidas bromas Nishimura- las piernas me temblaban, su reputación era como la de el Hitler japonés, pero yo ya estaba harto de todas esas bromas. El soltó una carcajada descomunal – ¡Asi que la perra ladra!- cuando estaba por irme encima de el, dos de sus amigos se pusieron a mis costados – Manabu-chan, no se de que rayos estas hablando, pero tu me caes muy bien – Kyo, como solían llamarle, se puso de pie y me paso el brazo por encima de los hombros con algo de dificultad, pues aunque tuviera un ego y una presencia de todos los diablos, el tipo era bastante chaparro- Ten esto lombriz albina de agua puerca, dile al bastardo de Shiroyama que siempre será un gusto escuchar su música- puso un cd sobre mi mano, me revolvió el cabello y salió del salón carcajeándose alegremente con sus secuaces.
Cuando salimos de clases, mientras estábamos en el área de casilleros cambiando nuestros zapatos aun me sentía molesto -Jin, puedes creerlo, Alguien que no es Tooru Nishimura ha estado gastándome esas bromas- estaba que reventaba de coraje, Al parecer Nishimura tenia alguna clase de relación con mi hermano, por que yuu no le presta sus Cds a cualquiera, incluso a mi que soy el objeto de su aprecio me los ha negado, seguro que el mentado Kyo era alguien realmente importante o Yuu le tenia miedo – No imagino quien rayos puede odiarte por el simple hecho de respirar, solo me diriges la palabra a mi- dijo Jin – bueno, a mi y a ese maniquí de dos metros- Yo le di otro golpe – Kazuki, y no es un maniquí- Jin se sobó la cabeza – pero si mide dos metros- yo traje su imagen a mi memoria – no es tan alto, es solo que tu eres un gnomo de jardín- cuando dije jardín lo recordé, Kazuki había quedado de acompañarme a casa, me puse los zapatos rápidamente y tomé mi mochila – Jin, me adelantaré, te llamo mas tarde- Jin dijo algo, pero yo ya estaba lo suficientemente lejos como para escucharlo.
Cuando salí pude verlo parado en el pórtico, me hiso un ademan de amor y paz en forma de saludo, yo voltee en todas direcciones, y efectivamente, el hermoso maniquí-gacela de dos metros estaba saludándome a mi, me reprendí mentalmente por usar ese apodo tan estúpido para referirme a el y me encamine en su dirección – Hola de nuevo- dijo sonriente – Hola- mi voz sonó tan patética como la de una colegiala enamorada –maldición- el acerco el rostro –¿dijiste algo?- al verlo tan cerca di dos pasos atrás- nada en realidad- estaba actuando como un completo pelele
–¿Nos vamos?- asentí, comenzamos a caminar rumbo a casa con un silencio incomodo, al menos era incomodo de mi parte, voltee a verlo mientras caminábamos, tenia el cabello muy lindo, era mas largo de lo que los chicos suelen usarlo, y de un hermoso color cobre que brillaba con los rayos del sol que comenzaba a ponerse, su piel era clara y bonita, sin imperfecciones, pude notar que tenia horadadas las orejas por una gran cantidad de piercings – también tengo unas perforaciones aquí, pero el profesor suele molestar mucho al respecto- dijo señalando sus labios, yo rápidamente baje la mirada al suelo
– ¿Tu no tienes perforaciones?- entonces recordé aquella vez que Yuu-chan había intentado perforarme, arme un verdadero drama, aunque ¿a quien rayos se le ocurre querer perforar a un niño de 7 años?-ninguna por el momento- el tomo una de mis orejas con sus largos dedos dejándome estático – pues tus orejas son muy bonitas, pero creo que te quedaría mejor uno… justo aquí- puso su dedo índice en la parte inferior de mis labios, yo sentía que iba a desmayarme, las personas no suelen interactuar conmigo, mucho menos tocarme, además, Kazuki era un chico – ¿Me dejarías perforarte en un futuro?- ¿era idea mía o esto lo decía en doble sentido? Sus ojos parecían divertidos
– claro- dije sin pensarlo mucho, no quería parecer coyón. el me dio un abrazo sorpresivo – ¡genial! Es una promesa he!- yo asentí, el notó mi incomodidad por la situación y me soltó – Lo siento! La verdad estuve estudiando en el extranjero, la gente suele ser mas efusiva de lo normal, disculpa mi atrevimiento- se veía realmente consternado – no te preocupes, no tienes por que contenerte- ¿contenerte? Bravo Manabu! Que abundante léxico posees. El sonrió alegre ante mi tonto comentario – ¡entendido!- continuamos caminado platicamos de cosas realmente geniales, el me contó que también toca la guitarra, que hubo un tiempo que fuer roddie, cosa que me sorprendió pues éramos bastante jóvenes, cuando me percate ya estábamos frente a mi casa – Puedo saber como es que conoces mi nombre?- pregunté, la verdad no aguantaba la curiosidad, el me miro a los ojos y su risilla floto por el aire
– Te vi tocando la guitarra en el patio de tu casa, me pareciste asombroso– un millón de palomillas (no quise decir mariposas por que sonaría aun mas gay de lo que ya me siento) me sacudió el estomago- en-en el pa-tio?- cuestione casi mecánicamente “que nos sea el día que andaba en pijama, que no sea ese díaaaaaaaaaaaa”- Soy el vecino de atrás, escuche a tu hermano llamarte, por cierto, me gustó tu pijama de Mickey Mouse- fue el día de la pijama ¡NOOOOOOOOO!- ya-ya veo hehehe- me sentía como un completo idiota, en ese instante Yuu abrió la puerta- ¡Bubu-chan!- TRAGAME TIERRAAAAAAAA
-Yuu- dije tratando de rescatar mi recién perdida rudeza - ¿Yuu?- repitió mi hermano algo confundido, pues siempre le llamo “onii-chan”- Kazuki, te presento a mi hermano Yuu- Kazuki le miro con una sonrisa que no pude descifrar – Kazuki, es un placer - se presentó mi amigo haciendo una leve reverencia, mientras que Yuu le miraba algo desconcertado – ¿Zukki-kun?- por primera vez en el día Kazuki mostraba un rostro lejano a la seguridad, mi hermano se había dirigido a el con una especie de “mote” y las mejillas de Kazuki se habían teñido de un rosa pronunciado – ¿Hace cuanto que estas de vuelta?- preguntó mi hermano –menos de un mes- su voz sonaba algo seca en comparación a como se escuchaba hace unos momentos – El… el vino contigo?- Kazuki le dirigió una mirada hostil que me dejo algo impactado – Seria mejor que lo averiguara usted mismo Shiroyama-san- Kazuki se giró a mirarme nuevamente – Fue un placer acompañarte a casa Manabu-chan, hasta mañana- y me beso la mejilla. En una velocidad ajena a la de un ser humano, Yuu me asfixiaba con un abrazo sobreprotector ¿Cómo rayos había llegado del pórtico hasta donde me encontraba? Sus brazos apenas me permitieron despedirme haciendo un ademan.
Cuando Kazuki desapareció en la esquina Yuu me soltó – Te he dicho que no quiero que te toquen Bubu-chan- me miro a los ojos molesto – ¡me pusiste en ridículo Yuu!- mi hermano hiso ese gesto característico de cuando va a empezar a gritar – ¿A que viene eso de “Yuu”? ¡he! ¿Ahora te avergüenzas de tu maravilloso onii-chan?- me dio un zape y luego me abrazo, ¿era bioplar?
Cuando Kazuki desapareció en la esquina Yuu me soltó – Te he dicho que no quiero que te toquen Bubu-chan- me miro a los ojos molesto – ¡me pusiste en ridículo Yuu!- mi hermano hiso ese gesto característico de cuando va a empezar a gritar – ¿A que viene eso de “Yuu”? ¡he! ¿Ahora te avergüenzas de tu maravilloso onii-chan?- me dio un zape y luego me abrazo, ¿era bioplar?
Si DEFINITIVAMENTE lo era!!! – no debes llamarme así frente a los demás, tengo diez y siete años- tuve que jalarlo para dentro de la casa o seguiría gritando estupideces a diestra y siniestra – vez! Tu mismo lo dijiste bubu-chan, diez y siete preciosas primaveras! ¡¿Que es eso de besuquearse en el pórtico señorito Shiroyama?!- pude sentir como el sonrojo volvía a mi rostro – ¡ NO NOS BESAMOS! El solo estaba despidiéndose, así se hace en el extranjero- Yuu me siguió hasta mi habitación
– ¡DESPIDIENDOSE MIS CALZONES! ¡así se despide a las mujeres Manabu!- intente cerrar la puerta antes de que entrara y siguiera con su letanía- Deja de sacar conclusiones, Kazuki es mi amigo- de pronto Yuu dejo de gritar - ¿Desde hace cuanto que conoces a Zukki-kun?- su semblante cambio radicalmente- lo conocí hoy por la mañana- no podía decirle claramente en que condiciones nos conocimos, pues intentaría acabar con cualquier persona que representara una posible amenaza para mi persona- te ha hablado de su hermano?.. –la voz de Yuu casi se había vuelto un susurro y oculto el rostro tas ese largo cabello de ébano- No, no hemos tenido tiempo de hablar de tantas cosas- el se giró para marcharse- Espera! De donde conoces a su hermano?- se quedo de espaldas a mi – Uruha y yo fuimos amigos…- Yuu camino unos cuantos pasos y se encerró en su habitación.
Esa noche mi hermano tocó hasta pasada la madrugada, por extraño que pareciera, podía escuchar una guitarra mas complementando el sonido de mi hermano ¿de donde venia ese sonido? No lo supe, pues me quede dormido acompañado por su triste melodía.
Esa noche mi hermano tocó hasta pasada la madrugada, por extraño que pareciera, podía escuchar una guitarra mas complementando el sonido de mi hermano ¿de donde venia ese sonido? No lo supe, pues me quede dormido acompañado por su triste melodía.
